Prométeme el cielo. Prométeme la eternidad. Quiéreme hasta morir. Sujeta mi mano, no me dejes ir por nada. Invítame a volar como solíamos hacer, dentro de esa inigualable nave de sueños y esperanzas que nunca se acabarían. Besame como siempre lo hiciste. Ámame como si nunca lo hubieses hecho.
Jamas me importo tanto el hoy.
No hay comentarios:
Publicar un comentario